CONCILIACIÓN

14 11 2008

2 octubre – Junto a mi abogado realizamos la demanda de conciliación lo antes posible al SAMA (Servicio de Conciliación y mediación). Este paso no aporta mucho al interés del tema abordado, pero también lo pongo como ejemplo para conocer todos los pasos que lleva un despido de estos. Y es que yo hasta la fecha nunca sabía cómo iban estas cosas, no sabía ni de escritos, ni de plazos, ni de conciliaciones… Así que si este testimonio sirve a alguien para que no vuelva a estar tan en fuera de juego como yo, merece la pena sólo citarlo.

Demanda de conciliación (JPGs) Pag.1 Pag.2

Cédula de citación (JPG)

8 octubre – Acto de conciliación en  SAMA. Están presentes por parte de Kairós el gerente, otro socio y el asesor legal. Por otro lado mi abogado y un servidor, y arbitrando, el mediador. Pues aquí ya empezamos  bien de nuevo en el minuto uno. El asesor legal de ellos, que tenía más peligro que un mono con pistolas, comienza diciendo que el despido es objetivo porque tienen pruebas de que permitía el consumo de drogas, y que pese a que una casa de juventud no era una catequesis esa permisividad es causa de despido. Mi abogado alucina con Perry Mason y le dice al mediador que de persistir en sus calumnias desea que se reflejen en acta para tomar las pertinentes acciones legales con las ofensas reiteradas. A continuación, saca uno de los miles documentos de sanción que me habían escrito y dice que aquí no ha habido proceso sancionador, ni nada, que han ido a por mí desde el principio, y que si quieren vamos a juicio porque la cosa está ganada aquí y en Laponia. El gerente se queda blanco al ver los documentos. Impresionante reacción, resulta que lleva todo el mes mandando escritos al representante de los trabajadores y  me lo reconoce en la última reunión que estamos los tres juntos, ¿cómo no voy a conseguir esos documentos como prueba? Menudo cúmulo de despropósitos que suma esta cooperativa con la actual gerencia. El mediador pide reunirse a solas con la empresa, luego con nosotros. Le dice a mi abogado que Kairós está dispuesta reconocer la improcedencia del despido y que tan sólo hay que acercar posturas. Mi representante acepta rebajar cinco días de la indemnización, 40 días por año en lugar de 45, pero advierte de que no piensa ceder nada más. La parte de Kairós entra de nuevo en la sala con su asesor manteniendo su nivel profesional, accede a 28 días por año pero tomando como referencia lo cobrado en nóminas pasadas en lugar de la tabla salarial del convenio que propone el SAMA. No en vano, me despiden ateniéndose a ese convenio estatal. Y cuando ya pensamos que la tomadura de pelo tiene un límite, finalmente el gerente de Kairós acepta los 40 días y la tabla de convenio desautorizando así a su asesor  que seguía con su particular película. Finalmente, la indemnización se fija en 3.403,80 euros a pagar en el plazo de cinco días, hecho que cumplen a rajatabla. Y sobre la truculenta carta de despido, el mediador recomienda que mejor la olvidemos debido a las desafortunadas acusaciones.

Acuerdo en el SAMA (JPGs) Pag.1 Pag.2

Punto y final a mi relación laboral con Kairós. En resumen, esta cooperativa ha repartido mierda durante un mes (acoso laboral, acusaciones de consumo de drogas a menores, cierre de servicio de casa de juventud…) por ahorrarse 3.400 euros. Así de triste, parece que ese es el precio por el que a una empresa le merece la pena joder la vida al personal y poner en marcha el ventilador para esparcir mierda.

17 octubre – Pasado ya el soponcio y desligado laboralmente de Kairós, mi abogado me advierte de que esta cooperativa todavía tiene una deuda pendiente conmigo, ya que salvo el mes de septiembre en los anteriores no he cobrado de acuerdo al convenio. Así que calculamos una deuda de 2.200 euros durante los últimos meses. Es por ello que presentamos una nueva demanda de conciliación por este hecho, aunque en esta ocasión se entrega en la Sección de Conciliación y Representación (UMAC).

30 octubre – Mi abogado y yo nos presentamos a la citación en el UMAC, al igual que el gerente de Kairós y su brillante asesor. Sin embargo, no se media palabra, directamente firman un escrito en el que se dice que no hay acuerdo. Nuevo paripé. Teníamos claro que visto el comportamiento en el SAMA iba a ser imposible llegar a una conciliación en este asunto, pero entonces para qué aparecen en la citación. Y es que, como ya advertían Faemino y Cansado, acudir para nada es tontería. Pues no tenían obligación alguna de acudir si no querían acuerdo, pero bueno parece que les sobra mucho el tiempo. En fin, que aquí acaba temporalmente una travesía laboral que no le deseo ni al asesor legal de Kairós. Aunque no está todo dicho, actualmente estoy barajando tomar medidas legales para reclamar la diferencia de dinero que no cobré en convenio durante los últimos once meses de mi trabajo. Lo he dejado en manos de mi abogado y acataré sus consejos, aunque esto ya es otra historia. Si bien es verdad, que si hay alguna novedad al respecto la comunicaré en este mismo blog, pero esta vez más como guía de orientación para aquellos que como yo desconocían estos caminos legales en el mundo laboral. Porque mi terapia personal finaliza con el último punto de este texto, ahora ya es momento de comenzar a buscar nuevas posibilidades laborales en el sector de la Intervención Social. ¡Uf, qué alivio!


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Un comentario

18 11 2008
lobech

leído
son las doce y media y mañana me levanto a las seis, así que te mando un mail mañana y un abrazo ahora
a seguir (espero) bien, compañero!

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